Mi visión sobre el catolicismo
Últimamente escucho algunas críticas a mi forma "especial" de pensar sobre la religión. Esas críticas vienen de amistades que tienen una forma bastante más conservadora de llevar la religión (desde aquí mi máximo respeto). Pero... yo no soy así, ni voy a cambiar.
Soy firmemente creyente a la manera cristiana católica y creo en sus dogmas. Ahora, no soy practicante riguroso:
Muchos sacerdotes y una gran parte de la comunidad católica inculca las acciones en la Iglesia siguiendo una serie de preceptos que en muchos casos fueron fruto del contexto histórico y cultural del momento, pero ese contexto ha cambiado.
Ayer hablaba con una amiga y comentábamos que la Iglesia necesita un nuevo Concilio y que debe relajar ciertos aspectos porque sino habrá cada vez menos practicantes (mirad los últimos CIS en España).
He tenido la gran suerte de que parte de mi educación católica sea con claretianos, una orden misionera por naturaleza. Sus religiosos siempre me enseñaron a entender el amor a Dios como un amor de entrega a los demás. También tengo la suerte de una madre tolerante a mis ideas con quien puedo discutir (aunque en bastantes ocasiones no estemos de acuerdo) mis ideas abiertas. Nunca y digo NUNCA me ha obligado ir a misa porque haya una norma. Me ha enseñado que ir a misa tiene que ser porque lo necesite no por obligación y he tenido épocas en que no he ido, porque tristemente no he sentido esa necesidad y necesitaba aclararme e ir porque quiero y no porque debo.
En 2017 me consagré a la Virgen de la Inmaculada (quiere decir que mis buenas obras van dedicadas a Ella). Ha sido maravilloso ya que me siento más unido a Ella. Soy afortunado de tener dos madres. Mi Mami que me ha traído al mundo y me ha enseñado (y enseña) todo lo que sé, que siempre me ha protegido, pero que también ha admitido mis errores, que desde siempre me ha dado libertad para tener mis propias ideas (por poco convencionales que a veces le parezcan). También tengo a mi Madre del Cielo que me protege y me guía y a quién dedico mis oraciones. Siempre me he sentido muy vinculado a la Virgen María, probablemente porque ese cariño que tengo a mi madre me haga extenderlo a la Virgen.
Esto es todo, mis ideas, mi visión y como lo siento.
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes." (John Lennon)
Soy firmemente creyente a la manera cristiana católica y creo en sus dogmas. Ahora, no soy practicante riguroso:
- No me confieso con la regularidad de aconsejan, me confieso cuando creo que lo necesito: o bien porque haya cometido algún pecado, o que necesite hablar con un sacerdote porque me asalte algún tipo de duda
- No voy a misa los Domingos porque la Iglesia lo diga, sino porque me apetece estar en ese lugar sagrado que me hace sentir un poquito más cerca de Él, aunque sé que siempre está conmigo.
- No hago ayuno ni abstinencia: es una costumbre anticuada que, en mi humilde opinión, no va con los tiempos actuales, prefiero ayudar de otras formas y no de manera simbólica.
- Creo que la mujer debería tener un papel en la Iglesia tan importante como el hombre. A parte de por el tema de igualdad, principalmente por el cariño y amor que la Virgen María merece.
- Etc.
Muchos sacerdotes y una gran parte de la comunidad católica inculca las acciones en la Iglesia siguiendo una serie de preceptos que en muchos casos fueron fruto del contexto histórico y cultural del momento, pero ese contexto ha cambiado.
Ayer hablaba con una amiga y comentábamos que la Iglesia necesita un nuevo Concilio y que debe relajar ciertos aspectos porque sino habrá cada vez menos practicantes (mirad los últimos CIS en España).
He tenido la gran suerte de que parte de mi educación católica sea con claretianos, una orden misionera por naturaleza. Sus religiosos siempre me enseñaron a entender el amor a Dios como un amor de entrega a los demás. También tengo la suerte de una madre tolerante a mis ideas con quien puedo discutir (aunque en bastantes ocasiones no estemos de acuerdo) mis ideas abiertas. Nunca y digo NUNCA me ha obligado ir a misa porque haya una norma. Me ha enseñado que ir a misa tiene que ser porque lo necesite no por obligación y he tenido épocas en que no he ido, porque tristemente no he sentido esa necesidad y necesitaba aclararme e ir porque quiero y no porque debo.
En 2017 me consagré a la Virgen de la Inmaculada (quiere decir que mis buenas obras van dedicadas a Ella). Ha sido maravilloso ya que me siento más unido a Ella. Soy afortunado de tener dos madres. Mi Mami que me ha traído al mundo y me ha enseñado (y enseña) todo lo que sé, que siempre me ha protegido, pero que también ha admitido mis errores, que desde siempre me ha dado libertad para tener mis propias ideas (por poco convencionales que a veces le parezcan). También tengo a mi Madre del Cielo que me protege y me guía y a quién dedico mis oraciones. Siempre me he sentido muy vinculado a la Virgen María, probablemente porque ese cariño que tengo a mi madre me haga extenderlo a la Virgen.
Esto es todo, mis ideas, mi visión y como lo siento.
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes." (John Lennon)
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